Restauran un Citroën 2CV de 1965 en perfecto estado

por Everardo Pintado

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El Citroën 2CV, conocido popularmente como “dos caballos”, es uno de los automóviles más icónicos de la historia europea. Lanzado en 1948, se convirtió en un símbolo de practicidad, economía y resistencia, destinado a acercar la movilidad a las clases medias y rurales de Francia y, posteriormente, del resto de Europa. Recientemente, un ejemplar de 1965 ha sido restaurado en España a un estado prácticamente original, generando gran interés entre coleccionistas, aficionados a los clásicos y medios especializados en automoción.


Historia del Citroën 2CV

El 2CV nació de la visión de André Lefèbvre y Pierre Boulanger, quienes buscaban un coche que fuese económico, ligero y capaz de transportar a cuatro personas con cierta carga a través de carreteras rurales en Francia. Su diseño minimalista, con suspensión de gran recorrido, motor bicilíndrico refrigerado por aire y carrocería simple pero funcional, lo hizo legendario por su versatilidad y fiabilidad.

Durante las décadas de 1950 y 1960, el 2CV se popularizó rápidamente, convirtiéndose en un vehículo accesible y resistente, capaz de soportar condiciones de carretera difíciles y un mantenimiento sencillo. Su diseño único, que incluía puertas delanteras con bisagra inversa, capota de lona y paneles de carrocería ondulados, lo convirtió en un icono cultural y en objeto de admiración entre los amantes del automóvil clásico.


El ejemplar restaurado

El Citroën 2CV de 1965 que ha sido restaurado pertenece a una colección privada en España. Tras años de uso y algunos daños típicos del paso del tiempo, fue sometido a un proceso de restauración integral, que incluyó:

  1. Desmontaje completo de la carrocería: Cada panel fue inspeccionado, reparado o reemplazado por piezas originales, manteniendo los estándares de autenticidad del modelo.

  2. Revisión mecánica: El motor bicilíndrico se reconstruyó completamente, garantizando su funcionamiento original, al igual que la caja de cambios, suspensión y frenos.

  3. Recuperación interior: Los asientos, paneles de puerta y volante se restauraron utilizando materiales originales o réplicas exactas, conservando la estética y el confort original del 2CV.

  4. Pintura y acabados: Se aplicó un acabado en color pastel original, característico de la época, con técnicas tradicionales de pintura para mantener la fidelidad histórica.

El resultado final es un vehículo que combina apariencia original con un rendimiento mecánico impecable, apto tanto para exhibiciones como para conducción regular, un logro muy valorado entre coleccionistas.


Impacto cultural del 2CV

Más allá de su funcionalidad, el Citroën 2CV es un símbolo de innovación y democratización del transporte en Europa. Permitió que generaciones de familias accedieran a la movilidad personal con un coste asequible, y su imagen ha sido inmortalizada en películas, series y anuncios publicitarios.

Restauraciones como la del ejemplar de 1965 permiten preservar este legado y transmitir a nuevas generaciones la importancia de estos vehículos en la historia social y tecnológica del continente. Además, los clásicos restaurados tienen alta demanda en subastas y ferias de automóviles históricos, siendo considerados no solo objetos de colección, sino también inversiones culturales y patrimoniales.

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