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El Ford Puma ha sido, desde su regreso al mercado europeo, uno de los grandes éxitos de Ford. Con un estilo ágil, un comportamiento dinámico y un enfoque práctico, este SUV compacto se ganó rápidamente el favor de un público que buscaba algo más que un simple coche familiar. Ahora, la marca estadounidense presenta una nueva generación —o, más exactamente, un profundo rediseño— que lo lleva un paso más allá: líneas más agresivas, tecnología avanzada y un interior completamente actualizado.

El objetivo es claro: reforzar la imagen deportiva de un modelo que ya había conquistado a muchos por su equilibrio entre eficiencia y diversión al volante. “Con el nuevo Puma, queremos demostrar que un SUV urbano también puede transmitir emociones”, explicó Martin Sander, responsable de Ford Model e para Europa, durante la presentación oficial en Colonia, Alemania.


Un diseño que mira al asfalto

El primer cambio que salta a la vista es el nuevo frontal. El Puma adopta una parrilla más baja y ancha, inspirada en los deportivos clásicos de la marca, con un marco en negro brillante que le da un aire más agresivo. Los faros LED rediseñados se integran mejor con las líneas de la carrocería, alargando visualmente el capó y aportando una mirada más afilada.

En la parte trasera, se ha reformado el paragolpes y se han añadido detalles aerodinámicos que mejoran la eficiencia sin renunciar al estilo. También hay nuevas llantas de aleación de hasta 19 pulgadas, con diseños exclusivos para las versiones ST-Line y ST-Line X, que acentúan aún más su carácter deportivo.

La paleta de colores incluye ahora el “Azul Nitro”, un tono metálico que ha causado sensación en las primeras pruebas, junto a opciones más sobrias como el gris magnético y el negro absoluto. Para quienes buscan un aspecto más llamativo, Ford también ofrece el pack Black, que añade detalles en negro brillante en retrovisores, techo y parrilla.


Un interior que apuesta por la digitalización

Si el exterior es más agresivo, el interior es directamente una revolución. El nuevo Puma incorpora un habitáculo completamente digital, con una pantalla de instrumentos de 12,8 pulgadas y un sistema multimedia con pantalla táctil central de 12 pulgadas, basada en SYNC 4. Este sistema no solo tiene una interfaz más fluida, sino que ahora admite actualizaciones inalámbricas y una integración más profunda con Apple CarPlay y Android Auto.

La consola central ha sido rediseñada para liberar espacio y mejorar la ergonomía. Se ha eliminado buena parte de los botones físicos, sustituyéndolos por comandos táctiles y controles por voz, lo que da una sensación más limpia y moderna. Además, el selector de marchas es ahora electrónico, lo que permite un túnel central más despejado y elegante.

El confort también mejora: los asientos cuentan con un nuevo diseño ergonómico y materiales reciclados de alta calidad. Según la propia marca, estos asientos han sido certificados por la AGR (una asociación alemana especializada en ergonomía), garantizando una mejor postura y menos fatiga en viajes largos.


Motorizaciones: eficiencia y dinamismo

Bajo el capó, el nuevo Ford Puma sigue apostando por los motores EcoBoost híbridos ligeros (MHEV). Estará disponible con el conocido motor 1.0 de tres cilindros en potencias de 125 y 155 CV, combinados con un sistema híbrido de 48 voltios que mejora la eficiencia y proporciona un extra de respuesta en aceleraciones.

Por primera vez, Ford ofrecerá una versión automática de doble embrague de siete velocidades para ambas potencias, además de la tradicional caja manual de seis marchas. Según los datos oficiales, el consumo medio combinado se mantiene en cifras muy contenidas, rondando los 5,4 l/100 km, dependiendo de la configuración.

La joya de la corona seguirá siendo el Ford Puma ST, que conserva su motor 1.5 EcoBoost de 200 CV. Esta versión también recibe mejoras en suspensión y frenos, así como una recalibración del diferencial para ofrecer una respuesta aún más precisa en curvas.


Conducción más afinada

Ford siempre ha presumido de un tacto de conducción especialmente logrado, incluso en sus modelos SUV. El nuevo Puma no es la excepción: la marca asegura haber trabajado en la rigidez estructural y la puesta a punto de la dirección para hacerla más directa y sensible. En las primeras pruebas internas, periodistas especializados han destacado la agilidad con la que el coche se mueve en carreteras sinuosas, algo poco habitual en este segmento.

La suspensión también ha sido revisada, con amortiguadores mejor adaptados a la conducción urbana y a trayectos más deportivos. El resultado es un SUV que mantiene su comodidad diaria pero que, cuando se le exige, responde con carácter.

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Cuando una marca cumple 50 años de historia en un país, no se trata únicamente de un número redondo: es el reflejo de medio siglo de convivencia con millones de conductores, de carreteras compartidas, de modelos que marcaron épocas y de recuerdos que permanecen en la memoria colectiva. Eso es precisamente lo que Renault quiere transmitir con el lanzamiento de su nueva “Edición 50 Aniversario” en España, una serie limitada que combina innovación actual con guiños nostálgicos al pasado.

La compañía francesa ha decidido celebrar su medio siglo en el país con un proyecto que va más allá de un simple modelo con acabado especial: es una declaración de intenciones. “España no es un mercado más para nosotros —es nuestra segunda casa”, afirmó Fabrice Cambolive, uno de los máximos responsables de la marca, durante la presentación oficial en Valladolid. “Aquí construimos coches, aquí tenemos historia y aquí queremos seguir creciendo”.


Un legado que comenzó en Valladolid

La historia de Renault en España está estrechamente ligada a Valladolid, donde en 1951 comenzó a gestarse la presencia de la marca francesa con un pequeño equipo y grandes ambiciones. Fue en 1973 cuando Renault adquirió FASA (Fabricación de Automóviles Sociedad Anónima), una empresa local que ya producía vehículos bajo licencia. A partir de ese momento, el fabricante francés pasó a tener un papel central en el sector automovilístico español.

Modelos como el Renault 4, el Renault 5 o el Renault Clio se convirtieron en auténticos iconos de la movilidad cotidiana en las décadas de los 70, 80 y 90. Familias enteras recuerdan sus primeros viajes en un Renault, sus vacaciones en la costa, las visitas al pueblo… una presencia que fue más allá de lo industrial para instalarse en la memoria emocional de un país en plena transformación.

Hoy, medio siglo después, la fábrica de Valladolid es una de las más importantes del grupo. Renault no solo produce coches para el mercado español, sino que exporta a buena parte de Europa. Este fuerte vínculo es la base de la nueva edición conmemorativa.


La “Edición 50 Aniversario”: elegancia y detalles históricos

Para conmemorar la fecha, Renault lanzará una serie especial de sus modelos más emblemáticos actualmente en producción: Renault Clio, Renault Captur y Renault Austral. Todos ellos contarán con elementos de diseño exclusivos que hacen referencia directa a la historia de la marca en España.

Uno de los detalles más llamativos es la placa conmemorativa ubicada en el pilar B, donde se inscribe “50 años en España — 1973–2023”. Además, los colores elegidos no son casualidad: se recuperan tonos clásicos como el “Azul FASA”, inspirado en los primeros modelos producidos en Valladolid, y un elegante “Gris Platino” que remite a los Clio de finales de los 90.

En el interior, la edición especial incluye tapicerías con costuras doradas, bordados con el logotipo histórico de Renault y un número de serie individual grabado en el salpicadero. Se trata de una serie limitada —Renault anunció que solo se fabricarán 3.000 unidades— lo que incrementa su carácter coleccionable.


Tecnología de hoy, alma de ayer

Aunque esta edición conmemora el pasado, no renuncia a la modernidad. Los vehículos equipados con esta versión contarán con las últimas innovaciones de la marca, incluyendo el sistema multimedia OpenR Link con integración nativa de Google Maps, asistentes avanzados a la conducción y opciones híbridas y microhíbridas.

Renault quiere que la edición 50 Aniversario sea, ante todo, una fusión entre legado y futuro. “No es un coche museo”, explicó Cambolive. “Es una forma de decir: nuestra historia sigue viva y evoluciona con cada conductor que elige la marca hoy”.

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El mercado automovilístico del sur de Europa se prepara para recibir un nuevo protagonista: Toyota ha presentado oficialmente su nuevo modelo híbrido compacto, diseñado específicamente para responder a las necesidades del mercado ibérico. Con esta apuesta, la marca japonesa refuerza su liderazgo en tecnología híbrida y se posiciona con fuerza en uno de los segmentos más dinámicos de la región.

El lanzamiento llega en un momento clave, marcado por una transición acelerada hacia soluciones de movilidad más sostenibles, pero con un enfoque pragmático: no todos los conductores están listos para dar el salto directo a la electrificación total. Ahí es donde entra este nuevo modelo híbrido, que combina eficiencia energética, precio competitivo y una conducción adaptada a entornos urbanos y suburbanos.

Un enfoque estratégico en el sur de Europa

Toyota lleva más de dos décadas perfeccionando su tecnología híbrida, y no es casualidad que haya elegido España y Portugal como territorios prioritarios para este lanzamiento. El mercado ibérico ha mostrado un crecimiento sostenido en la adopción de vehículos electrificados, especialmente híbridos autorrecargables, que no requieren enchufe para su funcionamiento.

Según datos de la industria, más del 35 % de las ventas de Toyota en España en 2024 correspondieron a modelos híbridos. En Portugal, el porcentaje es aún mayor. La compañía ha detectado una clara preferencia por vehículos que ofrecen eficiencia sin complicaciones: autonomía elevada, facilidad de uso y mantenimiento reducido.

Este nuevo modelo —cuyo nombre definitivo aún no ha sido anunciado oficialmente— ha sido desarrollado sobre la plataforma GA-B, la misma que utilizan modelos como el Toyota Yaris y el Toyota Yaris Cross. Su tamaño compacto y su arquitectura ligera lo convierten en una opción ideal para ciudades con calles estrechas, aparcamientos limitados y zonas de bajas emisiones cada vez más comunes.

Diseño pensado para la ciudad… y más allá

A primera vista, el nuevo híbrido destaca por un diseño moderno y limpio, con líneas fluidas y un perfil aerodinámico que contribuye tanto a la eficiencia como al atractivo visual. Toyota ha apostado por un frontal bajo, faros LED estilizados y una parrilla cerrada que mejora el coeficiente aerodinámico.

El objetivo no es únicamente reducir el consumo, sino ofrecer un vehículo que transmita sensación de agilidad y modernidad, alejado de la estética conservadora que durante años caracterizó a los híbridos.

La marca ha confirmado que el coche se ofrecerá con una carrocería de cinco puertas, pensada para maximizar la funcionalidad diaria. También se espera una versión con estética crossover ligeramente elevada, destinada a quienes buscan mayor versatilidad sin renunciar a un tamaño manejable.

Tecnología híbrida de quinta generación

El corazón de este modelo es la quinta generación del sistema híbrido de Toyota, una evolución importante respecto a versiones anteriores. Combina un motor de gasolina de 1.5 litros con un motor eléctrico compacto y una batería de iones de litio de nueva generación, más ligera y eficiente.

El sistema ofrece una potencia total estimada de entre 115 y 130 caballos, suficiente para ofrecer buenas prestaciones en ciudad y carretera sin penalizar el consumo. Además, la marca promete una mejora significativa en la respuesta al acelerador y una conducción más silenciosa, dos aspectos en los que Toyota ha trabajado especialmente.

Una de las claves del éxito de estos híbridos es su simplicidad de uso: no requieren enchufes, ni planificación previa de rutas en función de la autonomía. El sistema alterna de forma automática entre el motor eléctrico y el térmico, optimizando cada tramo de conducción.

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La industria automotriz europea acaba de dar un paso significativo: Volkswagen ha confirmado oficialmente que su primer SUV 100 % eléctrico producido en España saldrá de la línea de montaje en 2026. Se trata de una decisión estratégica que no solo fortalece el compromiso de la compañía con la movilidad sostenible, sino que también marca un hito en la historia reciente de la fabricación de automóviles en la península ibérica.

La producción tendrá lugar en la planta de Volkswagen Navarra, ubicada en Landaben (Pamplona), un centro que hasta ahora ha sido conocido principalmente por ensamblar modelos de combustión compactos, como el Volkswagen Polo y el Volkswagen T-Cross. Con esta apuesta, el fabricante alemán da un giro hacia el futuro y coloca a España en el mapa europeo de la electromovilidad.

Un paso histórico para la marca y para España

La noticia no ha sorprendido del todo al sector, pero sí ha generado entusiasmo. Desde hace meses, circulaban rumores sobre la intención de Volkswagen de expandir su producción eléctrica en el sur de Europa. Ahora, con la confirmación oficial, se despejan las dudas: el nuevo SUV compacto, basado en la plataforma modular eléctrica MEB, será producido íntegramente en territorio español.

Thomas Schäfer, CEO de la marca, lo expresó claramente durante la presentación: “España es un país clave para el futuro eléctrico de Volkswagen. Aquí tenemos la capacidad industrial, el talento y la visión para liderar esta nueva etapa”.

Este anuncio no solo reafirma la presencia de la marca en España, sino que también representa una inversión económica de gran escala. Se estima que la empresa destinará más de 1.000 millones de euros a la modernización de la planta y al desarrollo de la infraestructura necesaria para la producción de vehículos eléctricos.

Una apuesta por el mercado europeo

Volkswagen no toma esta decisión al azar. El mercado europeo de vehículos eléctricos está en plena expansión. Las ventas crecieron un 37 % en 2023, y se espera que esta tendencia se mantenga estable en los próximos años. Países como Alemania, Francia y España están experimentando un aumento sostenido en la adopción de vehículos eléctricos, impulsado por regulaciones ambientales más estrictas y una mayor infraestructura de carga.

El nuevo SUV eléctrico de Volkswagen estará diseñado especialmente para este contexto: un modelo compacto, urbano y versátil, pensado tanto para la conducción en ciudad como para trayectos interurbanos.

La compañía no ha revelado aún su nombre oficial, pero se sabe que estará posicionado por debajo del Volkswagen ID.4 y del Volkswagen ID.5, lo que indica que será una opción más accesible dentro de la gama eléctrica de la marca. Esto podría convertirlo en uno de los pilares comerciales de Volkswagen en Europa en los próximos años.

Navarra: de combustión a electricidad

La transformación de la planta de Navarra es uno de los aspectos más interesantes de esta historia. Durante décadas, la fábrica ha sido un motor económico para la región, con miles de empleos directos e indirectos. Pasar de producir coches con motor de combustión a vehículos eléctricos supone un desafío logístico y técnico enorme.

Para lograrlo, Volkswagen implementará una profunda reconversión industrial: nuevas líneas de montaje, sistemas automatizados, estaciones de carga internas y un centro de baterías integrado. Además, se prevé un programa de formación para más de 3.000 trabajadores, con el fin de dotarlos de las habilidades necesarias para trabajar con tecnologías eléctricas de alta tensión.

La compañía también ha destacado que este cambio se realizará manteniendo su compromiso con el empleo local. De hecho, la transición se ve como una oportunidad para reforzar el ecosistema industrial de Navarra, atrayendo proveedores especializados en componentes eléctricos y digitales.

Autonomía, conectividad y diseño europeo

Aunque aún no se han revelado todas las especificaciones técnicas del nuevo SUV, fuentes internas señalan que ofrecerá una autonomía estimada de alrededor de 450 kilómetros WLTP, lo que lo situará en la franja más competitiva del segmento.

Al igual que otros modelos de la familia ID, contará con un sistema de carga rápida que permitirá recuperar el 80 % de la batería en aproximadamente 25 minutos. La eficiencia será uno de sus pilares, aprovechando las últimas mejoras de la plataforma MEB, que ya utilizan modelos como el ID.4.

El diseño, por su parte, tendrá un marcado acento europeo. Volkswagen quiere ofrecer un SUV compacto que combine funcionalidad con elegancia y que pueda adaptarse tanto a conductores urbanos como a familias que buscan un vehículo práctico para escapadas de fin de semana. El objetivo es que el coche refleje el espíritu de una nueva generación de conductores europeos: conectados, sostenibles y exigentes.

Un proyecto ligado a la gigafactoría de Sagunto

La fabricación del SUV en Navarra está estrechamente relacionada con otro gran proyecto de Volkswagen en España: la construcción de una gigafactoría de baterías en Sagunto, cerca de Valencia. Esta planta será clave para el suministro de celdas a los modelos eléctricos producidos en la península.

La integración vertical —desde la producción de baterías hasta el ensamblaje del vehículo final— es uno de los factores que permitirán a la compañía reducir costes y tiempos de entrega, aumentando la competitividad frente a marcas emergentes y fabricantes asiáticos. Además, esta estrategia fortalece la autonomía industrial de Europa frente a la dependencia externa de componentes clave.

Competencia intensa en el mercado de SUV eléctricos

Volkswagen no entra sola en esta carrera. El segmento de los SUV compactos eléctricos es uno de los más disputados del mercado. Competirá directamente con modelos como el Hyundai Kona Electric, el Peugeot e-2008, el Jeep Avenger EV y el Renault Megane E-Tech Electric.

La marca alemana confía en que su experiencia, su red de distribución en Europa y la solidez de su imagen le den una ventaja frente a rivales más jóvenes. Pero también es consciente de que la competencia ya no se basa únicamente en el precio o la potencia, sino en la experiencia digital del conductor, la conectividad y la eficiencia energética.

Por eso, este SUV integrará de serie la última versión del sistema operativo VW.OS, con actualizaciones remotas (OTA), asistentes de conducción avanzados y una interfaz más intuitiva. Volkswagen ha aprendido de las críticas a las primeras versiones de su software y quiere ofrecer una experiencia más fluida desde el primer día.

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El mercado europeo de automóviles eléctricos recibe una noticia que ya está dando de qué hablar: la llegada de una versión renovada del Tesla Model 3 con una autonomía significativamente mayor, mejoras de confort y un rediseño sutil pero elegante que marca un nuevo capítulo para uno de los modelos eléctricos más populares del mundo. Este lanzamiento no es una simple actualización estética, sino una señal clara de hacia dónde se dirige Tesla en un continente que se ha convertido en uno de sus principales escenarios estratégicos.

Un modelo que define tendencias

Desde su presentación inicial en 2016, el Model 3 ha sido más que un coche: ha representado un cambio cultural. Supuso el paso de los eléctricos “de nicho” a un vehículo que millones de conductores podían imaginar en su garaje. En Europa, donde las regulaciones medioambientales son cada vez más estrictas y la infraestructura de carga se expande a gran velocidad, este coche ha sido un auténtico catalizador de la transición energética.

La nueva versión —conocida internamente como “Highland”— llega tras meses de rumores, fotos espía y especulaciones. Y lo cierto es que Tesla ha sabido manejar la expectación. Ahora que por fin se conocen los detalles oficiales, la marca no decepciona: la autonomía homologada bajo el ciclo WLTP supera los 620 kilómetros en la versión Long Range, una cifra que mejora en más de un 10 % respecto a la generación anterior.

Aerodinámica y eficiencia como prioridades

Una de las claves de esta mejora está en el diseño exterior. A simple vista, el nuevo Model 3 parece casi igual, pero basta mirarlo con más atención para notar los cambios: líneas más limpias, una silueta más afilada, faros delanteros más estilizados y un parachoques rediseñado para reducir la resistencia al viento. La marca asegura que el coeficiente aerodinámico ha pasado de 0,23 a 0,219, una mejora significativa en un sector donde cada décima cuenta.

El rediseño no solo es cuestión de estética. Tesla ha optimizado cada elemento para que el coche requiera menos energía a altas velocidades, algo especialmente relevante para la conducción en autopistas europeas, donde los límites son más elevados en países como Alemania. Menor resistencia significa menos consumo y, por tanto, más kilómetros con una sola carga.

Interior más silencioso y materiales renovados

Si el exterior ha ganado en elegancia y eficiencia, el interior es donde muchos conductores notarán la mayor transformación. Uno de los puntos más criticados del Model 3 anterior era el nivel de ruido en el habitáculo, especialmente a alta velocidad. Para solucionarlo, Tesla ha instalado cristales acústicos en todas las ventanas, ha reforzado el aislamiento y ha mejorado la calidad de los sellos. El resultado, según las primeras pruebas, es una experiencia notablemente más silenciosa.

Además, se han actualizado los materiales del tablero, las molduras y los asientos, buscando un tacto más agradable y una apariencia más sofisticada. Tesla no oculta que quiere atraer no solo a quienes buscan un coche eléctrico eficiente, sino también a los conductores acostumbrados a berlinas premium europeas como BMW, Mercedes-Benz o Audi.

Cambios en la experiencia de conducción

La dirección ha sido recalibrada para lograr una respuesta más precisa, mientras que la suspensión ha recibido ajustes que ofrecen un mejor equilibrio entre confort y dinamismo. Muchos conductores europeos habían señalado que la generación anterior era algo seca en baches pequeños, una característica que no siempre encaja con las carreteras secundarias del continente. Tesla parece haber escuchado.

Otro cambio importante es el nuevo sistema de climatización, más eficiente y con un flujo de aire mejor distribuido. La pantalla central —el “cerebro” del coche— se mantiene como protagonista, pero ahora es más rápida y cuenta con una interfaz mejorada, fruto de las últimas actualizaciones de software.

Más autonomía sin aumentar el tamaño de la batería

El aumento de autonomía no se debe a una batería más grande, sino a la mejora integral de la eficiencia. Tesla ha optimizado el tren motriz, la gestión térmica y el sistema de regeneración de energía. La versión Long Range ofrece hasta 629 km WLTP, mientras que la versión estándar supera los 550 km, cifras que colocan al Model 3 en la parte alta del mercado.

Esto no solo beneficia a los conductores que hacen largos trayectos. Una mejor eficiencia también significa que la recarga es más flexible: no es necesario alcanzar el 100 % de la batería para recorrer distancias considerables. Con un cargador rápido de la red Tesla Supercharger, es posible recuperar más de 300 km de autonomía en menos de 20 minutos, una cifra que sigue marcando referencia en la industria.

Preparado para el futuro europeo

Europa vive una transformación profunda en materia de movilidad. Las zonas de bajas emisiones en ciudades como Madrid, Barcelona, París, Milán o Ámsterdam están acelerando la adopción de vehículos eléctricos. Al mismo tiempo, la infraestructura de carga crece de forma constante: en 2025, se espera que haya más de un millón de puntos de recarga públicos en el continente.

El nuevo Model 3 llega en este contexto con una clara ventaja: Tesla lleva años invirtiendo en su propia red de carga rápida, que en muchos casos es más fiable y más sencilla de usar que las redes de terceros. Además, la apertura progresiva de esta red a otras marcas refuerza su posición en el ecosistema de la movilidad eléctrica.

Un lanzamiento que apunta a consolidar el liderazgo

En 2023, el Model 3 fue uno de los coches eléctricos más vendidos en Europa. Con esta actualización, Tesla busca mantener —e incluso ampliar— su ventaja frente a rivales cada vez más competitivos, como Volkswagen ID.7, Hyundai Ioniq 6, BMW i4 y Polestar 2.

La estrategia es clara: ofrecer más autonomía y mejor experiencia sin subir el precio de forma desmesurada. Aunque aún no se han confirmado todos los detalles para cada mercado, se espera que el precio base en España se mantenga en un rango similar al actual, lo que podría reforzar su atractivo para nuevos compradores.

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